Deporte de élite y edad
¿Alguna vez te has preguntado cuál es el motivo principal por el cual se retira un deportista de élite? Hay deportes en los que la edad va a ser determinante para la retirada del deportista, véase el futbol, gimnasia deportiva o kárate. En estos deportes raramente encontramos atletas de más 33 años y su edad óptima para la competición es entorno a los 25. Y pensarás, es evidente que el envejecimiento afecta al rendimiento deportivo disminuyéndolo. Sin embargo, tenemos la otra cara de la moneda, los deportes cómo pueden ser el atletismo de fondo o el esquí de fondo. En este caso, los atletas alcanzan la elite pasados los 25 años y son muchos los que encuentran sus mejores marcas y logros deportivos entorno a los 40 años. ¿Qué está pasando? ¿Por qué se producen estas estas grandes diferencias? Vamos a dar respuesta a estas preguntas analizando qué ocurre en nuestra musculatura cuando envejecemos.
Nuestros músculos están compuestos por fibras musculares, y no todas las fibras son iguales. Unas están diseñadas para generar contracciones lentas o mantener un esfuerzo durante un periodo largo de tiempo, estas fibras se llaman de tipo I o lentas. Por otro lado, existe un tipo de fibras que se encargan de realizar contracciones rápidas durante un periodo de tiempo muy corto, estas fibras se denominan de tipo II B o rápidas. Y por último, encontramos un tercer grupo denominado fibras de tipo II A o intermedias. Estas fibras, por su composición son una combinación entren las fibras lentas y las rápidas. A parte tienen la cualidad de poder modificarse y especializarse en uno de los otros tipos de fibras en función del entrenamiento y del estímulo que reciban, siendo más fácil la especialización hacia las fibras lentas. El entrenamiento puede cambiar los porcentajes de los tipos de fibras.
Todos los músculos tienen estos tres tipos de fibras, pero los porcentajes no son los mismos en todos los músculos, varían en relación a la función de cada músculo. Hablando de los porcentajes, un papel fundamental va a ser el de la genética. El número de fibras rápidas que tengamos viene determinado por lo genes que heredamos de nuestros padres. Por eso se dice que un velocista no se hace, se nace.
Hasta aquí es fácil comprender que nuestro tipo de fibras musculares influye en el rendimiento deportivo y porque los atletas destacan en deportes que coinciden con su composición genética. ¿Pero qué tiene que ver aquí la edad? El envejecimiento provoca una variación en los porcentajes de fibras; y es que las fibras rápidas comienzan su conversión a fibras lentas a partir de los 30 años. De aquí que cada deporte tenga una edad en la que se alcancen los mayores logros deportivos. Es por eso, que en la élite, en deportes explosivos y de velocidad predominen atletas de menos de 30 años y en los deportes de resistencia los atletas tengan una edad más elevada.
Daniel Soler para SuperVida – TRAINING